Mi primera cima ( La Sagra)

Hace unos meses decidí adentrarme en el mundo del senderismo algo mas en serio. Días atrás con la perfecta compañía de unos amigos, decidimos subir el collado de la Sagra de la provincia de Granada, para la gente experimentada algo suavecito, pero para mi algo muy especial. Bien es cierto que físicamente no supuso un gran problema pero emocionalmente fue algo especial

Comenzamos a las seis y media de la mañana cuando quedamos en Cieza para salir dirección de Bullas para recoger al 4º de los expedicionarios, yo iba como un niño chico que va a ver el circo. Salimos de Bullas sobre las 7,20h para llegar a la Sagra cerca de las 9h y con el tiempo justo para prepararnos comenzar el ascenso, subimos por el llamado embudo, una subida espectacular pero a la vez dura por la cantidad de  nieve que teníamos debajo de nuestros pies o más bien debajo casi de nuestra cintura. La subida se hizo algo más lenta por la lesión de uno de nuestros compañero, bien es cierto que aguantó como un jabato ya que era imposible darnos la vuelta a la altura que estábamos y por donde habíamos subido. Llegados al Caramelo hicimos un breve receso para beber algo comer algo y continuar hacia la cima, con la ilusión de un chaval en reyes yo llegué a mi primera cima y encima acompañado de unos buenos amigos. Almorzamos nos echamos fotos, firmamos en el libro y procedimos a bajar por la famosa pedrera, "tapadita" de nieve que daba pie en algunos trozos a bajamos a "rastraculo". Fue muy bonita a la vez que divertida la bajada, con alguna trompadita para besar la nieve. Una vez abajo tengo que decir que me sentí alguien diferente no cambiado si no diferente con la forma de ver la vida a los que quieres y a los buenos amigos que se va encontrando uno por el camino de la vida.
Tengo que agradecer a Antonio, Pedro y Ernesto su compañía y apoyo en esta subida y que seguro no sera la única.  Y por supuesto a mi Mujer que no se de donde saca la paciencia para aguantarme. Tengo que acordarme especialmente de mis dos joyas una de 3 años y otra de 8 años que cuando peor estoy me reviven (Raúl y Javier)