martes, 25 de noviembre de 2014

Esperanza que nunca se pierde.

Espero pronto poder daros noticias buenas. De momento no os puedo avanzar nada, solo que sigo disfrutando de la montaña todos los días que puedo y el cuerpo me permite y la verdad que lo estoy pasando muy bien cada vez que piso la sierra. Hace unos días puse en una red social un trozo de texto que se me ocurrió escribir una mañana y que me salio por casualidad pues a mi eso no se me da nada bien y lo notareis. Bueno yo os lo pongo si queréis lo leéis y si no no. Un saludo y gracias a los que de vez en cuando os metéis en el blog para ver como voy aún qué se que aveces os abandono un poco. Recordad pronto noticias y espero que sean buenas.

BUSCANDO LA SENDA CORRECTA...
Sabes de esos días qué sales a entrenar por la mañana, cuando no ahí ni un alma por la calle, solo tu, tus pasos golpeando el asfalto y las baldosas, tu respiración acelerada los primeros metros, esa bruma que da un toque nostálgico a la mañana, cuando aún estás desperezándote y que se te abre la boca como al León de la Metro? Pués esos instantes me parece que se para el tiempo, que nada ni nadie va a estropear lo que se presenta como una buena mañana de entreno.
Todo mejora y mucho cuando dejas el terreno duro, asfaltado, desgarrante, voraz y pasa a ser camino de caminantes verdaderos, de caminantes que no necesitan sentirse seguros sobre suelo firme, sino, suelo que dirije tus pies hacia donde las pequeñas piedras, surcos, terrones y demás inpedimentos que el terreno saca para ponerte más difícil y a la vez más divertido el camino.
Ahí es entonces donde el cuerpo y la mente te llevan a un estado de bienestar dentro de un sufrimiento " GUSTOSO ", pués es al cual queremos llegar todos los que nos gusta el Trail. Sentir la bienvenida que nos muestra la naturaleza, su abrazo y su amor al mostrarnos las sendas por donde disfrutar y vivir.
Y cuando el cuerpo dice basta, la mente nos comunica hasta aquí, asoma en la montaña un sendero, un camino, una cima, una subida, unas vistas que te hacen regenrerarte y reiniciarte como cual robot para seguir disfrutando " sufriendo " de lo que éste deporte te ofrece, un impresionante sentimiento de estár vivo, de estár en permanente contacto con lo que nos rodea y qué jamás podrás decir, " NO VOLVERÉ A SALIR A CORRER POR LA MONTAÑA "............

CORRO, SUFRO, VIVO.......... PASCUAL B. B.

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