miércoles, 27 de abril de 2016

Se intentó pero no me elimino lo pensado.







Así es, me desplace hasta Castellón para participar o al menos hacer acto de presencia en la Ultra Trail de Peñagolosa. Iba muy preocupado si podría paicipar tas la operación de justo 6 días antes, habiendo estado tomando mucha medicación, entre antibióticos, antinflamatorio y analgésicos durante toda la semana, aparte de no entrenar durante 10 días. Pero como estaba la carrera pagada, el hotel pagado y no devolvían el dinero, y dicen que de los cobardes no se escribe, pues allí que me fui yo.




El comienzo de la carrera fue bueno, vamos solo hasta el kilómetro 3 que empezaron los calambres en los gemelos pero, de esos de 300 voltios, por lo menos, algo increíble. Pensé si en el 3 vamos así y aún nos queda 115¡, madre mía esto va a ser peor de lo que yo pensaba, pero no eso no fue lo que me saco de la carrera. Tras ir aguantando los calambres como pude, empece a sentirme mal del estomago, mucha angustia, no me entraba nada, ni si quiera un trago ni de agua ni de isotónica, nada de nada, así que dije esto si que va a ser épico. Pero yo no me achanto y seguí, ahora que en el kilómetro 15 ya se enfadaron los dioses y me mandaron hacerme un esguince de grado 2. Y pensé, pero, esto que es esta noche bonita de carrera a las 2 de la mañana por los montes de Castellón, que daño hago yo por aquí, que quieren echarme?. Y de nuevo continué con el estomago fatal, el tobillo que iba cada vez a más en tamaño y que empezaron los calambres a subir piernas arriba. Por fin tuve que tomar la decisión de abandonar en el kilómetro 23,5 si, aguante hasta el kilómetro 23, con mi tobillo, mi estomago y mis calambres en to lo alto. Decir también que gracias a unos aficionados que tuvieron el detalle de bajarme hasta Castellon cuando me retire´por que, si es por la organización¡¡¡¡ telita, me decían que tenia que ir hasta el próximo avituallamiento que estaba 10 kilómetros más adelante, por sendas pedregosas y caminos malos, de noche a eso de las 3 de la mañana y en el otro avituallamiento saldría un autobús a las 6 de la mañana dirección Castellón, Vamos que si quieres retirarte te tienes casi que morir. Un fallo por parte de una organización que en gran parte fue de 10. Es chocante que no me hiciera abandonar lo que de verdad me preocupaba y era por lo que estuve a punto de no ir, la operación. Bueno la verdad que pensándolo en frío, fue una locura ponerme el dorsal y salir ni siquiera a hacer ni un metro pero, la experiencia fue al final positiva por lo menos mentalmente y me hizo reconsiderar muchas cosas. Como siempre quiero dar las gracias a todos los que estuvieron animándome desde que se enteraron de mi operación y que me dejaría fuera de este reto que me plantee a principio de año y que estuvieron pendiente en todo momento de como me iba. Ahora toca recuperar y empezar con el entreno para el reto más fuerte de este año, La Ehumiliak el fin de semana 8,9 y 10 de Julio en el País Vasco.

Un abrazo.

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