domingo, 16 de octubre de 2016

Ultra pirineu 2016

                                                  Al final, de todo mejor de lo esperado.

Por fin este año 2106, una Ultra acabada. Tras no poder ir en condiciones a Peñagolosa y solo poder realizar 23 de los 118 kilómetros por problemas médicos y después de tener que retirarme en la Ehunmilak, en el kilómetro 110 de los 168 totales, por problemas en los pies. Tocaba volver a la Ultra Pirineus, carrera espectacular dentro del panorama internacional de Ultra Trails.


    La preparación fue perfecta, sin ningún tipo de problemas durante los meses de la misma. Todo iba correcto, alimentación, material y demás. Solo un pequeño gran problema, mi gran a poyo y fuerza en estas carreras, a pocos días de partir hacia Bagá, por causas laborales, ( benditas causas laborales ), me dejaba solo y no podría acompañarme. Palo duro, muy duro, pues es ella en todo momento la que me ánima, me ayuda, esta en todos los avituallamientos a los que puede llegar. En fin para mí un gran palo. Pero, al final eso me hizo recapacitar y coger otra estrategia de carrera, en total autonomía y con el único fin de acabar y poder dedicársela.

     El día de la recogida del dorsal, día antes de la prueba, la cosa se complicaba mucho más, pués, se esperaban lluvias para el fin de semana, pero, no lo que calló. Espectacular el chaparrón que se vino encima que hacia presagiar una carrera el día siguiente, épica o heroica. Pero por la mañana al partir, para la zona de la salida la mañana y el tiempo dio un cambio brusco y dándonos un día espectacular para la practica del Trail. Durante toda la carrera una temperatura ideal, sin lluvia, y sin calor.


      Así empezaba de nuevo mi andadura en la carrera tras abandonar en la edición del 2014, por problemas varios. Desde el comienzo las sensaciones fueron muy, muy buenas. Las piernas al principio iban cargadas pero, al poco pasaron a ser historia los dolores. De cansancio, nada, de mente, espectacular ( disfrutando ) y de tiempo inmejorable.



      Como en todas las carreras de este tipo, tan largas con tantas horas por delante, pasé momentos delicados en cuanto a bajones y cansancio. Pero todos solventados muy bien y muy rápidos. La estrategia al final al ir solo, fue; dejar bolsa de vida en Bellvert, kilómetro 40 de carrera, (la otra opción era en el 78), y en ese punto cambio de zapatillas, cambio de ropa, ( al final no me cambie) y terminar de cargar en la mochila todo el material obligatorio que la carrera exigía a partir de ese punto. Comer bien, buena hidratación y para delante a continuar con los 70 kilómetros que quedaban por delante con más de 9.000 metros de desnivel acumulados que quedaban. Todo fue muy bien, las sensaciones simplemente geniales, la alimentación, toda de los puntos de avituallamientos, muy controlada y bien gestionada, comiendo bien, de todo, caldo, embutido, dulces hidratandome bien, no descuidando nada. En fin, ya tocaba hacer una carrera así, con menos sufrimiento del justo y necesario y en esta si disfrutando del recorrido.


      Al final un tiempo para mí espectacular, casi 22 horas para 110 kilómetros con un desnivel acumulado de 13.500 metros. ( muchisimo menos de lo esperado) y por fin una carrera acabada este año, que está siendo, ya no se si muy duro, pero, si muy extraño.

  Como siempre darlas gracias, primero a mi mujer, mis hijos y también a todos los que han estado pendientes de mí ese in de semana y dándome ánimos en todo momento, en especial a mis compañeros de batallas, Jose Lopez Villegas, Domingo Riquelme, Puri Mendez y Conchi.


No hay alegrías sin sufrimiento, ni sufrimiento sin alegrías. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario